¿La civilización está en crisis?

¿La Civilización está en Crisis?

Una pregunta que tiene como respuesta un rotundo si. La civilización se encuentra en crisis, hoy vemos como la humanidad se destruye poco a poco, acaba consigo misma y con su espíritu, la civilización se encuentra en una crisis cultural, educativa, política, social y económica, la civilización se ha vuelto oscura, es una civilización envuelta por las apariencias, el hombre hoy no sale más allá de las apariencias, se rezaga y todo lo construido se cimenta en ruinas.

La carroña en la que se encuentra la civilización ha infectado al espíritu, al hombre con capacidad de logos, con la capacidad de razonar, el hombre está en decadencia y con el la civilización, estamos ante un panorama nada alentador, un panorama donde la civilización se mata , donde todos somos enemigos, donde lo único que importa es pasar sobre el otro, la civilización se ha vuelto egoísta, decadente e indiferente, la civilización está en crisis y eso no se puede negar, sería como tapar el sol con un dedo.

Existen una serie de limitaciones que hoy en día se hacen más visibles, las creencias y la identidad son sólo parte de aquella vieja lejanía, un simple recuerdo. Todo aquello en lo que alguna vez creímos hoy yace bajo nosotros, las creencias y los supuestos culturales han quedado huérfanos. Lo cual trae como resultado la siguiente serie de fenómenos que hoy nos impactan:

Los cambios en el mundo se realizan de manera rápida, esto se debe a la motorización producida por la revolución tecnológica, lo que genera un constante choque entre las estructuras establecidas y los hábitos de vida de las sociedades, así como de los individuos

El desfase entre la aceleración tecnológica y la lenta adaptación de la sociedad a los cambios tecnológicos genera una serie de crisis progresivas en todos los campos, dichas crisis ante tal desfase lejos de detenerse aumentarán considerablemente.

Los acontecimientos son azarosos, por lo que se impide prever qué dirección tomarán los hechos, las personas que nos rodean y, en definitiva, nuestra propia vida. En realidad no es el cambio lo que nos preocupa sino la incertidumbre ante los posibles cambios.

Aquello que fuimos y aquello en lo que creíamos y pensábamos ya no sirve, es sólo recuerdo, bella lejanía, no obstante ante la crisis no hay soluciones a la vista, no hay soluciones que sirgan de la sociedad misma, de las instituciones, así como de los individuos. Sí bien por una parte necesitamos referencias, por otra las referencias tradicionales nos resultan asfixiantes y obsoletas. El futuro es incierto, pero el presente es complejo.