Dimensión moral de la vida humana
¿Por qué nos comportamos como nos comportamos?
"Todos los hombres se empeñan por naturaleza en conocer».
Aristóteles
En la vida cotidiana el ser humano se comporta de tal o cual manera por distintas razones, que van desde las creencias, costumbres, valores y normas adquiridas. Ese conjunto de conceptos son los que conforman nuestra moral ya que de ellas depende nuestra orientación hacia las acciones que son correctas, es decir, buenas o las que son incorrectas, en este caso malas.
La forma en como nos comportamos en sociedad depende en gran medida a esa capacidad que como seres humanos tenemos para elegir, para hacer las cosas de tal o cual modo. La importancia del comportamiento humano conlleva a la posibilidad de regular nuestras acciones y nuestros patrones de convivencia con el otro.
Sin la moral no seria posible distinguir lo correcto de lo incorrecto, empero la moral también suele ser identificada como el conjunto de principios éticos que una comunidad concuerda en respetar. La moral en este sentido esta asociada tanto a la responsabilidad, como a la libertad sin olvidar la importancia del respeto.
Esta triada de conceptos que acompañan a la moral rigen la conducta de los hombres en sociedad a partir de la voluntad que los hombres tienen para convivir los unos con los otros, respetando los mecanismos y las formas que se establecen en un marco ético y legal. La importancia de la moral en nuestra vida cotidiana estriba en la distinción y reconocimiento de lo bueno y lo malo, siendo este punto relevante, ya que la ética, versa sobre el acto bien o mal realizado.
La convivencia entre nosotros como seres humanos, animales sociales y políticos es el resultado de la elección que se produce cuando nuestra libertad permite en primer lugar mi autoreconocimiento y en segundo lugar el reconocimiento del otro.
¿Pero cómo me reconozco y reconozco al otro? El reconocer y reconocerse depende de la capacidad de razonar, es decir de la capacidad de pensar, que se adhiere a la voluntad, que no es otra cosa sino, la capacidad de querer realizar tal o cual cosa.
Pero realizar algo depende de la responsabilidad; responsabilidad de los actos y las acciones que realizamos, ahí también se encuentra nuestra capacidad de distinguir si lo que hacemos es correcto o incorrecto. La unión de la libertad y la responsabilidad trae consigo que los hombres podamos inventar y elegir en parte nuestra forma de vida.
La libertad asociada a la moral y a la responsabilidad según Octavio Paz es: La libertad no es una filosofía y ni siquiera es una idea: es un movimiento de la conciencia que nos lleva, en ciertos momentos, a pronunciar dos monosílabos: Si o No.
Dos monosílabos: Si/no, dos palabras, lo bueno y lo malo, al final se trata de elección, elección de vida, de vida en relación con los demás, para así poder vivir en comunidad. La moral entonces se transforma en el conjunto de códigos y normas que regulan la acción individual y colectiva que se considera correcta a fin de preservar el respeto.
En la vida cotidiana la moral es un conjunto de normas y principios que según una comunidad o persona regulan el comportamiento correcto, la moral como contenido es un conjunto de normas que regulan nuestro actuar, por ejemplo: respetar a los padres, proteger a los hijos, decir la verdad, ser honestos con los demás, etc.
No obstante la moral también es acción y estructura, es parte de la naturaleza del hombre, ya que el hombre se define respecto al conjunto de elecciones y actos que realiza, producto de la voluntad, del libre albedrío, de la posibilidad de escoger, pero también de la obligación de hacerlo, dándole una vez más un peso especifico a la responsabilidad, pues el actuar del ser humano esta regido por un conjunto de normas a las cuales hay que seguir o ir en contra, de esa distinción depende nuestra moral y nuestra forma de comportarnos en sociedad.
La moral consiste en adquirir los conocimientos necesarios y los hábitos que permiten al hombre vivir bien, dignamente, como un hombre. La moral nos ofrece la capacidad de hacer y de querer hacer lo que debemos para ser seres humanos y no animales o autómatas.
El hombre piensa, pero decide que hacer con su pensamiento. Ahí una vez más la voluntad se presenta como una forma de elección, por ello el hombre es un ser moral y pensante, es un ser moral pues toma decisiones, piensa y decide que hacer con su pensamiento.
La moral rige nuestros actos humanos que proceden de la voluntad deliberada, es decir de nuestra libertad de hacer tal o cual cosa, incluso de no hacerla, la moral denomina el modo propiamente humano de gobernar las acciones que el hombre realiza, ajustando dichas acciones a los objetos y a la realidad en la que se vive.
En relación con la convivencia con los demás la moral se transforma en una conducta, porque gracias a la moral es como el hombre se conduce hacia los objetos y objetivos que desea alcanzar. El hombre sólo puede dar razón de las acciones electivas de las que es autor, causa y principio y todas esas acciones son morales, por lo que la moral constituye el actuar libre del ser humano.
La moral norma nuestra conducta, es un acto que se presenta en toda toma de decisiones y que responde a la pregunta de: ¿Por qué nos comportamos como nos comportamos?